No es extraño que determinados acontecimientos en la vida nos produzcan una sensación de desorientación o bloqueo. Aún teniendo la percepción de nosotros mismos como capaces de poder “capear el temporal”, nos podemos encontrar “sin saber por donde tirar”. Puede tratarse de cambios o conflictos en la pareja, en la familia, el trabajo, en las relaciones de amistad, o de pérdidas significativas, etc.
La orientación psicológica puede ser muy eficaz para ayudar a situarnos, recuperar y poner en marcha los recursos pragmáticos, cognitivos y emocionales que sean necesarios no solo para enfrentar la situación, sino también para salir fortalecidos de la misma.
A partir de una entrevista previa, se verá si es necesario un acompañamiento a lo largo de un determinado periodo de tiempo, o bien es suficiente con consultas puntuales.